Crawford un campeón que nos trae a la memoria a grandes del boxeo
Terrence Crawford es un campeón de “tiempo antiguo”, no solo porque es muy bueno, porque que se le ve crecer en cada compromiso, sino porque tiene los títulos de todas las versiones del peso junior welter en existencia.
Cuando un campeón es dueño de una faja, de dos ó de tres, perdón, pero no es un campeón en el sentido exacto del término, sino alguien que comparte la gloria del monarca.
Anoche Crawford anestesió al namibio Julius Indongo al minuto 38 segundos del 3ero, el africano llegó con la promoción de invicto en 21 combates (22-1, 12 KO’s), con una faja y con la perspectiva de poder “hacer algo” contra el campeón nativo de Nebraska. Todo quedó “en nada por aquí, nada por allí”.
La combinación de tres golpes que tiró a Indongo y lo dejó retorciéndose de dolor en la lona, concluyó con un poderoso golpe al plexo que no pudo superar el perdedor.
Desde el primer round, las nubes negras de la derrota acechaban el horizonte de Indongo; porque Crawford, más fuerte, más rápido, más boxeador y más determinado, inducía a esperar el desenlace por nocao, que el pleito no llegaría al límite.
En el segundo episodio, Crawford le conectó tres golpes, uno solo efectivo y tiró por el conteo de 9 al africano, que se levantó, siguió y el americano no pudo rematarlo.
Entonces en el 3ero llegó el golpe que cerró la combinación y la cartelera, un poderoso recto abajo que noqueó irremediablemente al ex campeón de una versión que, al pasar a la jurisdicción de Crawford (32-0, 23 KO’s), lo convierte en campeón absoluto del peso.
Hasta hoy, el único puñetazo que ha lastimado sin consecuencias mayores a Terrence Crawford, fue un derechazo del cubano Gamboa, que no pudo o no supo liquidarlo.
El evento, deTop Rank, otro disparo por televisión abierta que, a lo mejor llegó para quedarse, no por buena gente la mayimbada, sino porque…ellos sabrán por qué esta recuperación de la vieja modalidad de televisión es buena para todos los implicados en la cartelera.