La biopsia líquida de alta sensibilidad pronostica si el paciente con cáncer se favorece de la inmunoterapia

La detección de pequeños fragmentos de ADN de origen tumoral que circulan en la sangre de los pacientes puede ser útil tanto para saber si se tiene un cáncer en fases muy tempranas, como para conocer si un determinado fármaco está consiguiendo controlar la enfermedad.

Esas técnicas de detección en sangre que se conocen en el argot científico como biopsia líquida pueden ser determinantes a la hora de instaurar un tratamiento. Así ocurre con la inmunoterapia, un abordaje que ha reforzado el manejo de muchos tipos de tumores, pero que no beneficia por igual a todos los pacientes (se estima que funciona en un 30% de casos). De ahí el interés por saber lo antes posible si un enfermo responde o no a esa estrategia terapéutica.

Con ese objetivo, un grupo de científicos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), en Barcelona, ha desarrollado una nueva técnica de biopsia líquida ultrasensible que permite predecir y monitorizar la respuesta a la inmunoterapia en los pacientes con diferentes tipos de cáncer. Los resultados de este trabajo se han presentado hoy martes en sesión oral en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), en Chicago.

La investigación se enmarca en el Programa Integral de Inmunoterapia e Inmunología del Cáncer (CAIMI) del VHIO financiado por la Fundación BBVA y está coliderado por Rodrigo Toledo, jefe del Grupo de Biomarcadores y Dinámica Clonal del VHIO, y por Elena Garralda, directora de la Unidad de Investigación de Terapia Molecular del Cáncer UITM-CaixaResearch.

Rodrigo Toledo, quien ha presentado en el congreso los datos del estudio, destaca por teléfono a este medio que mediante la nueva técnica constataron que «los pacientes con valores más bajos de ADN tumoral circulante (ADNct) en el inicio del tratamiento son los que más se beneficiaron de la inmunoterapia«, al relacionarse con una mayor supervivencia libre de progresión y una mayor supervivencia general.

«También observamos que algunos pacientes que tenían niveles altos de ADNct, pero que a las pocas semanas de empezar la inmunoterapia presentaban un importante descenso de las señales tumorales se beneficiaron de manera prolongada del tratamiento», con aumentos significativos en la estabilidad de la enfermedad y la supervivencia. Asimismo, la eliminación del ADNct tras el inicio de la inmunoterapia se tradujo en respuestas radiológicas y una mejora significativa tanto en la supervivencia libre de progresión como en la supervivencia general.

«Por todo ello, entendemos que esta técnica de biopsia líquida nos da pistas muy importantes como biomarcador, estableciéndose una correlación con la respuesta de la inmunoterapia. Supondría una herramienta para el oncólogo, con la que saber qué pacientes tendrán más probabilidad de beneficiarse del tratamiento, una información preciosa especialmente en los estadios avanzados de la enfermedad«, destaca Toledo, que también es coordinador del grupo de trabajo en biopsia líquida del Centro de Investigación Biomédica en Red Cáncer (CiberONC).

La tecnología desarrollada por este grupo de investigadores es capaz de detectar hasta 1 molécula de ADNct mutada entre un millón de moléculas de ADN circulante en la sangre del paciente. La señal del tumor en la sangre se encontró en el 99% de las muestras de plasma que se tomaron antes de empezar el tratamiento, un porcentaje mucho mayor que el obtenido con otras técnicas de biopsia líquida, según destaca el investigador, quien subraya la alta sensibilidad alcanzada por este sistema: «Utilizamos una técnica de biopsia líquida basada en la secuenciación del genoma completo del tumor del paciente que nos permitió detectar y monitorizar miles de mutaciones específicas del tumor de cada individuo en su sangre».

COHORTE PANCÁNCER

La investigación se ha llevado a cabo en 138 pacientes con tumores metastásicos refractarios de 18 tipos de cáncer diferentes, que recibieron de una a tres líneas sucesivas de tratamiento con fármacos inmunoterápicos en el contexto de ensayos clínicos de fase 1. Los análisis para detectar la señal del tumor en muestras de sangre se realizaron con muestras recogidas de forma seriada, antes y durante el tratamiento con la inmunoterapia, en concreto con inhibidores de punto de control (checkpoint) o combinaciones con estos fármacos.

«Es interesante que hemos detectado la señal tumoral en diversos tipos de tumores. No solo en un cáncer determinado. Pensamos que se trata de un marcador universal«.

¿Esta herramienta, con todo el potencial que ofrece, tardará mucho en estar disponible para los oncólogos? «Es la pregunta de millón. Yo no diría que estamos en el principio del proceso, sino que el objetivo ahora es llegar y trasladar estas investigaciones a la realidad clínica de la manera más eficiente y rápida posible», confía Rodrigo Toledo.

Por eso ahora, trabajan en completar la cohorte de pacientes, publicar los resultados y una vez completado el estudio, intentar trasladarlo al día a día del médico. «Soy bastante optimista: la combinación del desarrollo de fármacos oncológicos innovadores con técnicas genómicas punteras como la biopsia líquida van a permitir entender mejor el cáncer y, por tanto, tratarlo mejor para prolongar la supervivencia. Al final, nuestras investigaciones siempre buscan beneficiar a los pacientes«.