La revolución de la IA de Microsoft, quiere automatizar la mayor parte de la empresa
Microsoft dedicó el pasado lunes a plantearnos una nueva etapa para nuestros ordenadores. Anunció los PC Copilot+ y funciones de IA como Recall, pero aún tenía muchas cosas de las que hablar, aunque esta vez dirigidas a empresas.
De hecho, la conferencia inaugural de su evento Build 2024 para desarrolladores estuvo totalmente centrado en ellos y en las empresas. Satya Nadella habló de toda una serie de componentes con la IA y Copilot como pilares absolutos. El objetivo: automatizar muchos de los procesos que en los que la inteligencia artificial puede plantear una ayuda prometedora.
La infraestructura de Microsoft en la nube desde luego se está preparando para ese auge del uso de estos procesos en la empresa. Los de Redmond han invertido miles de millones de dólares en llegar a acuerdos en diversos países del mundo en los últimos meses, y Nadella habló de cómo habían multiplicado por 30 su capacidad de supercomputación.
También aprovechó para anunciar el lanzamiento del llamado Windows Copilot Runtime, que permite crear todo tipo de aplicaciones y modelos de IA. Es el componente en el que por ejemplo se basan funciones como Recall, CoCreator o la traducción automática, y proporciona una serie de elementos para construir todas esas nuevas herramientas.
Aquí también desempeña un papel importante GitHub Copilot, que ahora se enriquece con las llamadas GitHub Copilot Extensions. Con ellas es posible desarrollar y desplegar aplicaciones en la nube usando lenguaje natural y sin necesidad de salir de su entorno de desarrollo integrado (IDE).
Para Nadella, esto nos acerca más que nunca a ese futuro en el que «cualquier podrá ir de la idea al código en un instante». Es algo a lo que ya apuntó Jensen Huang, CEO de NVIDIA, que también perfiló la idea de que muy pronto la IA programará por nosotros.
Pero la tecnología que crece de verdad es Copilot. Con Copilot Studio y los recién anunciados Copilot Connectors Microsoft ofrece a empresas y desarrolladores la capacidad de crear asistentes personalizados que puedan convertirse en una especie de empleados virtuales que realicen tareas de forma automatizada. La idea es en parte inquietante —volvemos al debate sobre la IA y el futuro del trabajo— pero, al menos para Microsoft, inevitable.
Los robots ya nos quitaron algunos trabajos, ahora nos quitarán otros
Con estas herramientas, Copilot podrá por ejemplo monitorizar buzones de correo electrónico y automatizar una serie de tareas en base a ellos. La ambición de Copilot es la de plantear ese futuro de «agentes de IA» de los que hemos hablado: aplicaciones que no son pasivas, sino activas, que es precisamente el planteamiento que el original Rabbit R1 ofreció cuando se lanzó.
Microsoft lo dejó claro al asegurar que «Los Copilot están evolucionando de copilotos que trabajan contigo, a copilotos que trabajan para ti». Para la empresa de Redmond esto está solo empezando, y
«Somos optimistas sobre el potencial de estos copilotos para impulsar la eficiencia y el ahorro de costes en todas las funciones. Por ejemplo, un copiloto «tomador de pedidos» puede encargarse de todo el proceso de realización de pedidos: desde la recepción del pedido, pasando por su procesamiento y la formulación de recomendaciones y sustituciones inteligentes para artículos agotados, hasta el envío al cliente».
El planteamiento de Microsoft aquí puede resultar incómodo, pero parece ciertamente inevitable que la automatización que antes se produjo en grandes fábricas en la cadena de montaje se produzca ahora en otras tareas repetitivas que estos «agentes de IA» podrán resolver.
El impacto que eso puede tener en el mundo del trabajo es una incógnita, pero aquí también surgen las dudas sobre estos modelos de IA generativa, que no destacan precisamente por su precisión: cometen errores e inventan datos, así que habrá que estar muy atentos a la implementación y uso de estos agentes de IA.
Es muy probable que precisamente por eso el impacto inicial sea bastante reducido: solo se podrán automatizar tareas muy acotadas en las que estos agentes podrán garantizar un comportamiento perfecto. Aquí Microsoft plantea desde luego las herramientas para poder comenzar a hacerlo. Habrá que ver cómo acaban implantándose en las empresas y si efectivamente cumplen su cometido.