Región Centroamericana entre las más violentas de mundo

Según el Índice Global de Crimen Organizado, Centroamérica tiene un gran mercado criminal, debido al comercio de cocaína, tráfico de personas y armas.

Centroamérica fue identificada como una de las tres regiones a nivel mundial con altos índices en varios mercados criminales, entre ellos: el tráfico de armas, el comercio de cocaína y el tráfico y trata de personas.

El informe del Índice Global de Crimen Organizado, correspondiente a 2020, que resalta la proliferación de cierta criminalidad durante la pandemia, utilizó una escala del 1 al 10, donde el primero indica el menor nivel de criminalidad y el segundo el máximo.

El nivel de Centroamérica fue de 6.16, el más alto del continente americano. En el otro extremo, las islas del Caribe obtuvieron un puntaje de 4.05.

En la región centroamericana, el número más alto fue el del comercio de cocaína, con un puntaje de 7.44, seguido del de la trata de personas, con 6.44; le siguieron el tráfico de armas, con 6.25, y el tráfico de personas, con 6.19.

Los expertos señalaron en el informe la explotación de personas como la economía más generalizada del mundo, «un hecho que sirve como amargo recordatorio del impacto deshumanizador del crimen organizado».

Además de reconocer estos mercados criminales, los autores destacaron al comercio de cocaína como el de mayor crecimiento en todo el continente americano y a nivel mundial.

«El comercio de cocaína fue identificado como el mercado ilícito más prolífico del continente, con un promedio continental de 7.41, la puntuación promedio más alta de cualquier continente en cualquiera de los 10 mercados criminales», cita el estudio.

Sobre el tráfico de armas, el informe mencionó el recorrido de dichos armamentos en otros países y sus consecuencias.

«México presenta un mercado de armas bien consolidado y sirve como un conducto importante para el flujo de armas hacia y desde EUA y América Central, lo que ha tenido un impacto devastador en los niveles de violencia armada y armamento criminal».

La Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC. por sus siglas en inglés), que presentó el estudio, destacó que en Centroamérica, específicamente en el Triángulo Norte, si bien las extorsiones, ligadas a las pandillas, pudieron haber experimentado una reducción durante la pandemia, es muy probable que esa situación haya hecho que estos grupos criminales se volcaran a otro tipo de actividades delictivas.

«Las bandas centroamericanas, en particular en los países del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), que extorsionan dinero a la comunidad local, a los negocios y a los migrantes, pueden haber visto sus actividades temporalmente interrumpidas por la pandemia, pero también es probable que la situación haya dado a los grupos criminales nuevas oportunidades de explotación», asegura el estudio.

A diferencia de Centroamérica, las islas del Caribe presentaron el puntaje más bajo respecto a la criminalidad. El mercado de la cocaína fue de 6.62 y el tráfico de armas de 4.54.

Además de destacar la criminalidad, el estudio señala la resiliencia en las regiones y cómo los estados ayudan a combatir el crimen organizado y todas las actividades ilícitas realizadas.

«América Central obtuvo la quinta puntuación más baja del mundo, con un promedio de 4.05», detalla la investigación. La más alta fue para Finlandia junto a Liechtenstein con 8.42, le sigue Nueva Zelanda con 8.38.

Entre sus principales hallazgos, la investigación encontró además que más de las tres cuartas partes de las personas a nivel mundial viven en países con altos niveles de criminalidad, siendo la trata de personas el mercado criminal con más presencia a nivel planetario.

«El mercado de la trata de personas se ha visto impulsado por el desplazamiento masivo, a menudo superpuesto con el tráfico de personas, y causado, entre otros factores, por conflictos, condiciones socioeconómicas desesperadas y por último pero no menos importante, el crimen, especialmente en América Central».