La UE baja la protección internacional del lobo

La Unión Europea ha logrado este martes que se rebaje el estatus de protección internacional del lobo después de que el Comité Permanente del Convenio de Berna haya votado a favor de su propuesta para relajar las normas de gestión de esta especie.

La modificación supone pasar de la categoría de «protección estricta» a la de simple «protección» dentro del Convenio de Berna del Consejo de Europa, establecido en 1979 y que suscriben 50 miembros (incluidos los 27 países de la UE).

El cambio entrará en vigor el 7 de marzo de 2025 y después de esa fecha, la Comisión Europea podrá plantear una revisión de las reglas comunitarias de la directiva de hábitats, que afecta a la gestión de las poblaciones de lobo que deberá ser aprobada por el Parlamento Europeo y los Veintisiete.

Sin embargo, Bruselas no tiene previsto presentar su enmienda a la directiva hasta después de marzo de 2025, según ha confirmado este martes en rueda de prensa la portavoz de Medio Ambiente de la Comisión, Anna-Kaisa Itkonen.

Este cambio dará más margen a los Estados miembro para gestionar sus poblaciones locales de lobos, aunque el lobo seguirá siendo una especie protegida, por lo que las medidas nacionales deberán contribuir a mantener un estado de conservación favorable.

De hecho, la Comisión ha señalado que las inversiones en medidas adecuadas de prevención de daños seguirán siendo «esenciales» para reducir los ataques al ganado y ha garantizado que continuará prestando su ayuda a los Estados miembro en el diseño y la aplicación de dichas medidas mediante financiación y otras formas de apoyo.

«Necesitamos un enfoque equilibrado entre la preservación de la vida silvestre y la protección de nuestros medios de vida», ha destacado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien ya anunció en noviembre de 2022 su intención de encargar a los servicios comunitarios un «análisis en profundidad» sobre el impacto de la recuperación del lobo en los campos de la UE. La toma de posición de la política alemana se produjo poco después de que, según relató más tarde la prensa de su país, un lobo matara un poni de su propiedad.

Tras conocerse la decisión, fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, han señalado que, «en lo relativo a la regulación de la especie, el MITECO mantiene que la toma de decisiones sobre dicha regulación debe basarse en el conocimiento y en la ciencia. Si los datos contrastados y las evidencias científicas indicaran una tendencia diferente, España tomaría las medidas que en ese caso correspondieran».

Por su lado, la Defensora del Pueblo de la Unión Europea, Emily O’Reilly, decidió abrir una investigación sobre la recolección de datos realizada por el Ejecutivo comunitario para pedir esa rebaja del estatus de protección internacional del lobo.

El Ejecutivo comunitario analizó más de 17.000 aportaciones de comunidades locales, científicos y partes interesadas sobre las reglas de protección del lobo en la UE recabadas a través de la encuesta lanzada en septiembre de 2023, unos datos en los que se basó para presentar una propuesta para modificar su estatus de protección.

La investigación se abrió en noviembre de 2024 en base a una queja de la ONG Client Earth, que acusaba «falta de fundamento científico, un proceso de consulta problemático, falta de acceso a los documentos y dudas sobre las motivaciones de la degradación» del estatus de protección de la especie por parte de la Comisión Europea.

Críticas de los ecologistas en España

Pese a la decisión que acaba de adoptar el Consejo de Europa para rebajar la protección del lobo en la UE, las organizaciones conservacionistas de nuestro país aseguran que España no se verá afectada por esta medida, porque la especie tiene su propia legislación y el gran carnívoro está incluido en el listado con régimen de protección especial.

Pese a que la medida no afectará a corto plazo a España, que cuenta con regulación propia, los grupos ecologistas coinciden en que es una «decisión irresponsable», carente de base científica y que amenaza con tirar por tierra los pequeños avances logrados en la recuperación del lobo a nivel europeo en la defensa de la biodiversidad.

En España, el lobo ibérico forma parte del listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) y cuenta con una estrategia nacional para su conservación, por lo que la base legal que lo ampara es más estricta de lo que pide la propia Unión Europea, ha explicado a Efe Theo Oberhuber, portavoz de Ecologistas en Acción.

Ha advertido sin embargo de que habrá quien quiera utilizar la medida para «perseguir» al animal; el problema en España es que existen administraciones autonómicas conocidas por «su persecución al lobo» que podrán usar la decisión de la UE como «palanca para intentar mover el estatus legal» actual del lobo. Para Oberhuber, es muy grave además que la decisión a nivel de la UE se haya adoptado «bajo la presión de intereses políticos sin ningún rigor científico».

En la misma línea se ha pronunciado Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España, quien ha dicho que «el lobo seguirá a salvo de la caza en España», ya que los motivos científicos que llevaron a su inclusión en el Lespre son más «válidos que nunca».

«Matar lobos no sirve de nada, es un modelo obsoleto que ha fracasado sistemáticamente, tanto a la hora de conservar poblaciones sanas de la especie como para proteger la ganadería extensiva», ha apuntado Del Olmo.

Frente a una «decisión irracional» fruto del oportunismo político en Europa, España está marcando «el camino» a seguir, con una gestión del lobo basada en la evidencia científica y en la coexistencia con la especie, ha añadido.