¿Se podrá curar el VIH con una combinación de estrategias?
Detrás de algunas de las novedades más importantes que se han producido en los últimos años en la lucha frente al VIH está el nombre de Javier Martínez-Picado.
Investigador en IrsiCaixa, profesor ICREA y miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, hace apenas dos días que el científico publicó su ‘paper’ más reciente, una investigación que demuestra cómo las innovaciones terapéuticas frente al VIH han hecho mella en la capacidad que tiene el patógeno para ocultarse en su organismo.
Pero su firma figura también en avances recientes tan significativos como la curación de varios pacientes a través de un trasplante hematológico -tanto con la mutación CCR5Delta32– como sin ella o la descripción de cinco casos de remisión completa de la infección en niños que habían adquirido el virus a través de sus madres.
Todos esos hallazgos pavimentan la idea de que es posible encontrar una cura para el VIH.
«La curación del virus es posible, pero debe ser escalable», subrayó Martínez-Picado esta semana, en la conferencia inaugural del Congreso que GeSIDA celebró en Zaragoza. Lo remarca de nuevo, unos días después, en el encuentro que la red CIBER celebró en Valencia para celebrar sus primeros 10 años, una cita en la que charló con EL MUNDO.
«Hasta ahora la eliminación del virus se ha hecho en personas que tenían una enfermedad hematológica grave y necesitaban un trasplante. No es algo aplicable a cualquier persona que tenga VIH, pero todo lo que hemos aprendido de este y otros abordajes lo estamos utilizando para intentar desarrollar terapias que sí sean escalables. Yo soy optimista. Empecé en un momento en que se decía que curar el VIH era imposible. Y hemos demostrado que no es así, aunque de momento solo sean pruebas de concepto», remarca.
Está convencido de que, como ya pasó con la terapia antirretroviral, la curación del virus también vendrá de una «combinación de estrategias».
«Curar el VIH va a requerir al menos dos confluencias conceptuales», señala el investigador. La primera pasa por reducir el reservorio viral, los ‘escondites’ que utiliza el virus para esconderse esperando una oportunidad, una característica que exige que a día de hoy las personas con VIH tengan que tomar terapia antirretroviral de por vida. La otra tiene que ver con incrementar la inmunidad de las personas. «El VIH ataca precisamente el sistema inmunitario de las personas. Daña su sistema. Por lo tanto, hay que ver cómo reflotar el sistema inmunitario de la mejor manera posible«.
Se están explorando estrategias en este sentido, adelanta el investigador. Por ejemplo a través de las células CAR-T o mediante inhibidores de los puntos de control inmunitario, entre otras.
Una pista que el investigador sigue desde hace años a través del programa internacional IciStem, que colidera desde Barcelona, es la mutación CCR5Delta32, una especie de escudo contra el virus, que impide que pueda infectar las células.
El consorcio internacional IciStem, que colidera desde Barcelona, ha conseguido eliminar el virus por completo en cinco personas que, debido a una enfermedad hematológica grave, debían someterse a un trasplante hematopoyético. En esos casos se eligieron donantes con la mutación CCR5Delta32. Pero los investigadores han descubierto que este ‘escudo’ no es un requisito indispensable. En septiembre de este año publicaron los detalles del llamado ‘paciente de Ginebra’, el primer caso de curación del VIH tras un trasplante de células madre sin la citada mutación protectora.
«Estamos viendo otros casos que están empezando a interrumpir el tratamiento tras un trasplante. El conocimiento de que esta mutación impedía que el virus entrase en el organismo lo teníamos desde el año 96 y no fue hasta 2009 cuando se constató el primer caso de curación, del de Timothy Brown. Transcurrieron 13 años desde que se descubre que esa mutación inactiva ese receptor hasta que lo aplicamos en Medicina. El segundo caso, que lo hicimos nosotros, ocurrió 10 años después. Pero desde 2019 hemos conseguido otros seis casos. Todo va lento, pero va. Yo soy optimista respecto a los avances de la ciencia», señala.
«Todo lo que hemos aprendido de los trasplantes lo estamos utilizando para intentar encontrar una terapia escalable. Como el proyecto de células CAR-T que está desarrollando la investigadora de IrsiCaixa María Salgado o un proyecto de terapia génica que estamos desarrollando con el NIH y está dando buenos resultados», continúa el investigador.
«Avanzamos y aprendemos de los éxitos y de los errores», sostiene. Y cualquier nuevo avance puede ser útil tanto ahora como en el futuro, advierte: «Siempre les digo a mis estudiantes que tienen que levantar la vida y no quedarse solo con el experimento que están haciendo porque detrás del VIH puede llegar cualquier otro retrovirus en el futuro y todo lo que sepamos de este virus lo podremos aplicar a otros».