Señales de radio que desde hace 30 años llegan a la Tierra, pueden originarse de un nuevo tipo de objeto estelar
Un equipo de investigadores relaciona estas señales con el magnétar GPM J1839-10, aun reconociendo que hasta ahora no se creía posible que con sus características pudiera emitirlas
Un equipo internacional dirigido por astrónomos de la Universidad Curtin del Centro Internacional para la Investigación de Radioastronomía (ICRAR) ha descubierto un nuevo tipo de objeto estelar que desafía lo que se conocía hasta sobre la física de las estrellas de neutrones.
Podría ser un magnétar de período ultralargo, un tipo raro de estrella con campos magnéticos extremadamente fuertes que pueden producir poderosos estallidos de energía.
Hasta hace poco, todos los magnétares conocidos liberaban energía a intervalos que iban desde unos pocos segundos hasta unos pocos minutos. El objeto recién descubierto emite ondas de radio cada 22 minutos, lo que lo convierte en el magnetar de período más largo jamás detectado, según el comunicado difundido por ICRAR, síntesis del artículo publicado en Nature.
«Este objeto notable desafía nuestra comprensión de las estrellas de neutrones y los magnetares, que son algunos de los objetos más exóticos y extremos del universo», asegura la autora principal del estudio, Natasha Hurley-Walker. Sitúa este magnétar, llamado GPM J183910, a 15.000 años luz de distancia de la Tierra en la constelación Scutum. Es sólo el segundo de su tipo detectado.
LAS ONDAS FRB
Las ondas de redio que detectaron los astrónomos se denominan ráfaga rápida de radio (FRB, por sus siglas en inglés). Entre ellas se encuadrarían las emitidas por este magnétar GPM J1839-10.
Los astrónomos lo descubrieron utilizando Murchison Widefield Array (MWA), un radiotelescopio situado en el interior de Australia Occidental. Pero al estudiar los registros en el Very Large Array, otro radiotelescopio en Nuevo México que tiene el archivo de datos de mayor duración, los investigadores descubrieron que el pulso de esta fuente se observó por primera vez en 1988, por lo que habría pasado desapercibido durante más de tres décadas.
«Fue un momento bastante increíble para mí. Tenía cinco años cuando nuestros telescopios registraron por primera vez pulsos de este objeto, pero nadie lo notó y permaneció oculto en los datos durante 33 años. Se lo perdieron porque no esperaban encontrar algo así», asegura Natasha Hurley-Walker.
UNA EMISIÓN «EXTRAORDINARIA»
Lo llamativo es que no todos los magnétares producen ondas de radio. Existe un umbral crítico bajo el que el campo magnético de una estrella se vuelve demasiado débil para generar emisiones de alta energía.
«El objeto que hemos descubierto está por debajo de ese umbral», ha manifestado la investigadora Dr. Hurley-Walker. «Asumiendo que es un magnétar, no debería ser posible que este produjera ondas de radio. Pero las estamos viendo y no hablamos sólo de un pequeño parpadeo», explica
«Cada 22 minutos, emite un pulso de cinco minutos de energía de longitud de onda de radio, y lo ha estado haciendo durante al menos 33 años», detalla Natasha Hurley-Walker. «Cualquier mecanismo que esté detrás de esto es extraordinario», concluye, según se recoge en el comunicado del ICRAR: